La llamada de la Zarza Ardiente presenta una visión común que podrá tener muy variadas aplicaciones según las diversas estructuras que respondan a la misma, ya sea la Renovación Carismática Católica, las parroquias, a nivel diocesano o de ciudad, en movimientos eclesiales, en nuevos movimientos o comunidades, o dependiendo de las distintas iglesias o comunidades eclesiales. Se explican a continuación varios modelos que se pueden aplicar de distintas formas a los conceptos que acabo de indicar, respondiendo a los deseos de Juan Pablo II:
“Nuestras comunidades cristianas tienen que llegar a ser auténticas escuelas de oración, donde el encuentro con Cristo no se exprese solamente en petición de ayuda, sino también en acción de gracias, alabanza, adoración, contemplación, escucha y viveza de afecto hasta el arrebato del corazón”
Vigilias de oración de la Zarza Ardiente
Las vigilias de adoración e intercesión de la Zarza Ardiente pueden durar tres o cuatro horas durante la noche. El formato propuesto más abajo es siempre susceptible de cambios según la guía del Espíritu Santo en cada vigilia:
1. Alabanza: entre
45 minutos y una hora de alabanza.
2. Adoración: entre 30 minutos y una hora de adoración
ante el Santísimo, momento de “contemplación del rostro
de Jesús” que ha de centrar nuestros corazones en “empezar
de nuevo con Cristo”, momento para unir nuestras cargas y sufrimientos
a la “Cruz de Jesucristo”.
3. Intercesión: intercesión carismática
en los dones del Espíritu Santo (utilizando como forma de oración
el don de lenguas de manera intercesora, el modelo “abc” indicado
más abajo). Se podría utilizar la Vigilia también para
dar una pequeña enseñanza, especialmente sobre el uso del don
de lenguas en esta forma de oración. Si se da dicha enseñanza
es aconsejable comenzar con unos momentos de adoración previos, y a continuación
un tiempo más prolongado de alabanza seguido de un tiempo de intercesión.
Se pueden utilizar otras formas de intercesión dependiendo de la espiritualidad
de los grupos participantes.
4. Oración carismática individual: normalmente
en grupos de tres (preferentemente utilizando la forma intercesora del don de
lenguas). También se podrán usar otras formas.
Las vigilias de la Zarza Ardiente pueden ser regionales, diocesanas, o realizarse en ciudades (se aconseja una frecuencia mínima de una vez cada dos meses). No habría de entenderse como un acontecimiento evangélico, sino como algo ante todo para aquellos implicados en la Renovación.
Un modo “abc” sencillo para comenzar la intercesión carismática con oración en el don de lenguas es el que sigue:
a. presentar
la intención al Padre en nombre de Jesús
b. interceder en el don de lenguas hasta que la oración
alcance su fin de forma natural
c. ofrecer oraciones de acción de gracias y bendición
con fe, creyendo que el Espíritu Santo sabe como orar en la voluntad
perfecta del Padre con este propósito (Rm 8, 26-28).
En los grupos, es importante que una persona dirija la sesión. Puede haber ocasiones en que no sea posible celebrar una Adoración Eucarística. En este caso, s se debe hacer un tiempo de adoración a través de la oración y de la lectura de las escrituras de adoración (por ejemplo, Salmos y Revelación, 4-5).
Día y noche. Oración de la Zarza Ardiente.
La experiencia de oración continua día y noche ante el Santo Sacramento en el contexto de la Iniciativa de la Zarza Ardiente se presta al tiempo de la Novena de Pentecostés o al Triduo, así como a las noches de vigilia de oración, y a la “Carpa de oración de la Zarza Ardiente” junto con conferencias y casas de oración.
Cuatro sesiones de dos horas, tres veces al día cada una de ellas durante veinticuatro horas son la base para la adoración e intercesión incesante día y noche ante el Santo Sacramento. Los temas sugeridos para los módulos son:
1. Silencio: corazón
unido en el corazón de Jesús.
2. Renovación de la Iglesia: intercesión por
el cuerpo de Cristo.
3. Unidad de los cristianos: sanación y reconciliación
de la esposa de Cristo.
4. Renovación de la sociedad: nueva evangelización
y conversión de pecadores.
Se podrán asignar turnos de dos a cuatro horas a los participantes, existiendo siempre un líder que dirija el grupo.
La primera sesión suele constar de dos partes: alabanza y adoración, y silencio. El segundo, tercer y cuarto módulo suelen constar de tres partes: alabanza, adoración e intercesión.
Modelo de "Casa
de Oración" de la Zarza Ardiente
Un ejemplo es establecer centros de oración regionales, diocesanos o
ciudadanos para la adoración y la intercesión carismática.
Lo que sigue es una descripción del acto de oración adoptado en
Roma, en la región de Lazio, en 1997.
Este es el tipo ideal de modelo primero sobre el que organizar un centro de oración de día y noche.
Organizar un centro
de oración
1. Conseguir un sitio fijo, preferiblemente una Capilla, donde se puede adorar
al Santísimo.
2. Lo mejor sería un lugar céntrico.
3. Deberían programarse cinco o seis días a la semana o menos,
dependiendo del número de grupos o gente involucrada.
4. Se debe establecer un horario, aunque puede variar como dicte cada situación.
Los grupos de Lazio venían de 10 de la mañana a 3 de la tarde.
Organizar los grupos
para el centro
Se debería pedir a cada grupo de oración de una región
o diócesis que enviaran un equipo intercesor para participar –
como el equipo coordinador regional o diocesano estimen adecuado.
La situación ideal sería un equipo intercesor de 3 a 5 personas
de cada grupo. El número de grupos participantes determinarán
con cuanta frecuencia servirá cada uno. Por ejemplo: una región
o diócesis con 70 grupos, como Lazio, sólo tendrían que
enviar un equipo por grupo cada dos meses y medio/tres meses, dependiendo del
número de días de servicio de oración cada mes, y del tiempo
de oración por día.
Posibles maneras de organizarse
1. Tener una reunión con Coordinadores/Dirigentes de grupos de oración
solos o con su equipo pastoral para presentar el proyecto. Como primera fase,
organizar un calendario de 3 a 6 meses, con el horario de servicio para los
equipos intercesores de los grupos.
2. Tener una persona encargada del Calendario de Oración, y llamar a los distintos grupos una semana antes de que tengan que servir para recordarles la fecha. Si surgiera una situación inesperada y no pudieran ir, pueden ser sustituidos por otro grupo. Se podría enviar una carta al dirigente del equipo la semana antes, con la información general necesaria y las intenciones especiales para la intercesión.
Las vigilias de oración de la Zarza Ardiente son clave para el éxito del modelo de una “Casa de oración”.
Es preciso estar siempre abiertos a nuevas sorpresas del Espíritu Santo, y a los distintos modos en que nos pueda guiar cuando descubrimos más profundamente el camino para convertirnos en “zarzas ardientes” de amor, facultados para compartir las gracias de Pentecostés en este mundo, impregnándolo de la “cultura de Pentecostés”.
Kim Catherine-Marie
Kollins
( © 2003)